Las personas con discapacidades físicas, mentales o sensoriales, su situación social y económica, así como el trato discriminatorio que reciben han variado en los diferentes grupos y épocas, de acuerdo con las actitudes sociales, grados de cultura y conceptos morales. Al eliminar, minimizar y compensar las alteraciones de las funciones y las estructuras corporales y mejorar las capacidades intelectuales, la actividad y la participación de las personas con discapacidades, gracias a los adelantos científicos y a una nueva concepción sobre el hombre, ha variado positivamente la actitud de la población hacia las personas que la padecen.